Una terrible avalancha se iba a caer sobre la maravillosa flor que estaba naciendo en primavera. Cuando Mao vio lo que sucedía, se sintió fuerte y atrevido y se metió al rió para salvar la flor, pero una rama se le engancho en el pie y no pudo salvarla. Haciendo mucha fuerza, rompió la rama y se puso de espaldas por donde caía la avalancha y... la avalancha venia con tanta fuerza que arrastró al chico y se lo llevó hasta perderlo de vista. Al cabo de un rato Mao Tiang salio del agua con la flor en la mano. Estaba empapado y terriblemente cansado, pero lucía una amplia sonrisa. Cuando la princesa se enteró de lo sucedido le dio el puesto de emperador.
Josu Z.
Verdaderamente Mao era un chico atrevido. A mi, seguramente, me hubiera dado mucho miedo meterme en el rio con semejante avalancha. De todas formas el protagonista ha tenido su recompensa. Al final todo le ha salido bien.
ResponderEliminarLa palabra "fuerte" tiene sorpresa.
ResponderEliminarSoy un seguidor de vuestro blog. Me entretengo y divierto leyendo vuestros escritos. Desde aquí mi ánimo para que sigais con esta bonita tarea. Comenta a tus compañeros y compañeras que sigan escribiendo.¡Me quedo en espera de vuestras nuevas publicaciones!
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