Al final su madre le compró el pantalón y él estaba tan feliz que al día siguiente se lo puso para ir a clase. En el patio se entretuvo jugando al fútbol y cuando estaba intentando hacer una jugada especial , tuvo la mala suerte que se le rompieron los pantalones nuevos. Pensó en lo que le diría su ama al volver a su casa, pero recordó que él también podía ayudar a su madre en la labor de coser y arreglar el pantalón. Haría un pequeño esfuerzo y cogería la aguja para coser. Con esas buenas intenciones se puso en camino hacia su casa luciendo una amplia sonrisa y sin miedo por lo que le podía decir su madre. ¡El estaba dispuesto a ayudarle!
Jon
Me parece que has tenido una gran idea en eso de ayudar cosiendo los pantalones. Me encantaría que a mis hijos se les ocurrieran esas buenas ideas. Sigue escribiendo cosas así para que tomemos ejemplo ¡Animo!
ResponderEliminarque gordo tiene que ser ese Luison y que final...
ResponderEliminarMe ha encantado el final, ya que si los niños y sus padres se comunicasen mas, seguro que serian mas felices, ya que el hablar y el escucharse facilita mucho las cosas. Sigue asi un gran besazo.
ResponderEliminarJon lo has hecho muy bien. Sigue así y llegarás a ser un buen escritor. Aunque si te gusta coser como al protagonista igual te conviertes en un buen costurero. ¿Te gustaría diseñar ropas de moda? ¿de que te gustaria hacer la ropa de chicos o de chicas?
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