LÁGRIMAS DE RISA

Noh y Bar estaban muy tristes y, de repente, a Bar se le ocurrió una idea: montarían un circo en el desierto de África. La idea no funcionó. Entonces, en lugar de construir un circo en un país tan lejano decidieron montar uno en la plaza del pueblo. Todos los días por la tarde, antes de anochecer, realizarían una sesión, invitarían a todos los vecinos y la entrada sería gratuita.

Estaban muy ilusionados. Se esforzaban mucho y cada día ensayaban hasta que todo saliera bien. Lo que más les gustaba era el espectáculo de payasos. Inventaban escenas cómicas y graciosas hasta que se quedaban conformes del resultado.

Por fin, llego el día esperado. Se pintaron la cara con coloretes rojos, se vistieron trajes amplios y coloridos, se calzaron grandes zapatos y se dispusieron a dar el espectáculo.

Salieron a el escenario y se pusieron a hacer payasadas. Cuando acabó el espectáculo Noh y Bar estaban muy contentos y desde aquel día siguieron siendo buenos amigos.
Ane