Alberto estaba aún en la cama de sus padres. Estaba pensando qué les diría cuando le pillaran allí tapado y con dolor de tripa.
Sus padres volvieron a casa pero por un momento se les olvido quitarse el don de la invisibilidad.
Buscaron a Alberto por toda la casa. Alberto les oyó y asustado se escondió dentro de un armario.
Sus padres abrieron y miraron dentro del armario, pero no consiguieron ver nada. Alberto en ese momento era invisible. Por más que llamaban y pronunciaban su nombre era imposible encontrarse con su hijo. Alberto les escuchaba e intentaba ponerse a su lado, pero todos los intentos eran en vano, ¡en ese momento él era invisible!. Se dio cuenta de ese detalle cuando intentó verse en el espejo.
Con mucha suerte consiguió volver a la normalidad y hacerse visible. Entonces, se dirigió donde sus padres y les contó lo que había sucedido: había conseguido la invisibilidad tomando unas pastillas que había encontrado en el bolsillo de la bata de su padre.
Jon
La invisibilidad puede resultar interesante e incluso divertida en algunas ocasiones sin embargo en otras, puede resultar un poco complicada. ¿Has pensado alguna vez en que momento te gustaría sentirte invisible?
ResponderEliminar¿A ti te gustaría ser invisible?
ResponderEliminarAs escrito un cuento bonito y muy interesante espero que sigas escribiendo cuentos.